noviembre 04, 2008

Lama Ole Nydahl en Chile

Pronto el próximo miércoles 12 de Noviembre estará de visita en Chile uno de las personas más importante en el mundo del budismo del occidente, el Lama Ole Nydahl. Él ha sido la persona que por más de 30 años a esparcido las semillas del budismo en el occidente formando casi 600 centros de budismo de manera que incorporemos el dharma al diario vivir sin estar en un monasterio ni nada estar consciente en todo momento, poder vivir la experiencia del gozo verdadero y poder ayudar al máximo de gente con nuestra breve existencia, gracias al poder de la mente y aclarar las cosas como son.



Lama Ole en Chile
Fecha: 12 de Noviembre 2008.
Horario: 19:00 horas.
Instituto Cultural de Providencia
Av. 11 de septiembre #1995 (mapa)
Precios: $3.000 entrada general / $2.000 estudiantes.


A continuación les traigo uno de los textos que han sido traducidos al español del Lama Ole.

Las seis acciones liberadoras
Por: Lama Ole Nydahl

Las seis acciones liberadoras son enseñanzas motivadoras para uso directo en nuestra vida. Como generalmente se conoce, el Budismo tiene una meta muy práctica y su visión es extremadamente clara. Nadie se ilumina por tan solo escuchar las enseñanzas. Los resultados duraderos se obtienen de experiencias reales y de los cambios que traen consigo. Como esto es tan importante, el Buda dio bastantes recomendaciones prácticas que nunca deben verse como mandamientos sino como una ayuda de un amigo. Ya que no es ni un dios creador o juzgador, él no quiere seguidores ni estudiantes que sean como un rebaño de ovejas. En lugar de eso, él quiere colegas, ésta es su verdadera meta: personas maduras que comparten su iluminación y la responsabilidad masiva que trae consigo.

Para aquellos que mayormente piensan en sí mismos su recomendación está contenida en el Noble Sendero óctuple. Partiendo con un estilo de vida útil, termina con una concentración apropiada. Para quienes han alcanzado el nivel de compasión y sabiduría espontánea y desean ser de utilidad a los demás, es de mayor utilidad las Seis Acciones Liberadoras o Las Seis Paramitas. "Ita" significa "haber ido" y "Param" significa "más allá". Las paramitas desarrollan el amor que nos conduce más allá de lo personal. La visión es la que nos libera, el entendimiento profundo de que quien ve, lo que se ve y el acto de ver son interdependientes y uno, que sujeto, objeto y acción no pueden ser separados. Las paramitas liberan no porque se cambien imágenes malas en el espejo por unas buenas, sino porque el estado de confianza que produce nos permite ir más allá de lo bueno y lo malo y reconocer el espejo mismo, radiante, perfecto y más fantástico que cualquier cosa que pueda reflejar. Las acciones son liberadoras porque nos conducen a reconocer la naturaleza última de la mente. Si uno sólo llena la mente con buenas impresiones, esto por supuesto nos traerá felicidad futura, pero no irá más allá de lo condicionado. Con la visión de la unidad de sujeto, objeto y acción, lo que sea que se emprenda para el beneficio de otros traerá a quien lo hace beneficio atemporal.

La primera acción liberadora: Generosidad

La generosidad abre cualquier situación. El mundo está lleno de riqueza espontánea, pero no importa cuan buena sea la música, no va a haber fiesta si nadie baila. Si nadie comparte nada de sí mismo, nada significativo ocurrirá. Por eso es que la generosidad es tan importante. En la época del Buda las personas eran menos complicadas de lo que lo son hoy en día. Tampoco contaban con máquinas asombrosas que trabajaran por ellos. En esa época la generosidad era más una cuestión de ayudar a otros a sobrevivir, de asegurar que tuvieran suficiente comida. Esto significa que la acción se enfocaba más hacia cosas materiales. Hoy en día, en la parte libre del mundo y no-sobrepoblada, éste no es el caso; uno frecuentemente muere de tener mucha grasa alrededor del corazón. Debido a la falta de un pensamiento claro las personas desarrollan problemas internos en la medida en que los externos disminuyen, y se empiezan a sentir solos e inseguros. En lugar de preocuparse de las necesidades desarrollan vidas internas complicadas y muchos nunca han saboreado el gozo de su libertad física.

Por consiguiente, en Occidente y las partes de Asia donde las cosas materiales abundan, la generosidad se refiere principalmente a lo emocional. Significa compartir con otros nuestro poder, gozo y amor, desde un nivel más allá de lo personal, desde el cual no hay caída. Si uno medita bien y entra en los estados no condicionados de la mente, no hay final a todo lo bueno que uno puede transmitir a los demás. El compartir nuestra certeza última es el regalo más fino de todos; dándole a los seres nuestra calidez, a pesar de que uno no puede llevarse su carro o su fama a la tumba, no todo se pierde al morir. Las cualidades desarrolladas durante vidas anteriores se recuperan fácilmente en las posteriores y ninguna riqueza pasa de una forma más directa de una existencia a la otra que la energía gozosa. Exprimirle el jugo a la vida trae dividendos y un poco más de mantras o postraciones, un poco más de amor que el usual para nuestra pareja, no sólo traerá poder aquí y ahora sino que acelerará la iluminación.

Como ya se mencionó, la riqueza más fina y duradera que uno puede darle a los seres es un entendimiento de su naturaleza no condicionada. Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo le muestra uno a los demás su perfección innata? El mejor espejo son las enseñanzas del Buda y por esto no hay actividad más beneficiosa que hacer centros de meditación. La sabiduría práctica que siembra, informa a muchos sobre la clara luz de su conciencia y por consiguiente las semillas sembradas crecerán a lo largo de vidas futuras hasta la iluminación. Aunque muchas personas, con preocupaciones sociales, digan que tales enseñanzas son un lujo y que uno primero debe dar de comer, esto, no es verdad. Hay un espacio amplio para ambas. Cuando la mente funciona bien el estómago digerirá mejor la comida y quizás entonces uno entienda las razones de tener menos hijos. En cualquier caso el cuerpo desaparecerá y la mente continuará.

La segunda paramita: Una vida consciente, significativa y útil para los demás.

Debido a que términos como ético o moralidad son empleados por las clases gobernantes para controlar a los que están por debajo, muchos prefieren no utilizarlos. Las personas están conscientemente intimidadas por esto y con frecuencia piensan que "si el estado no te atrapa en esta vida, la iglesia lo hará después". Incluso en el caso de Buda, que sólo da recomendaciones y siendo su única meta el desarrollo pleno de los seres, uno tiene que elegir las palabras que instruyen con claridad sin utilizar el miedo. La mejor definición para la segunda acción liberadora es probablemente la de vivir significativamente y para el beneficio de otros.

¿Qué significa esto? ¿Cómo puede uno abarcar incontables acciones, palabras y pensamientos durante un solo día? Viéndolo todo desde un estado de sabiduría atemporal, el Buda tuvo unas cuantas ideas únicas. Como las personas tienen diez dedos para contar y recordar, el dio diez recomendaciones sobre lo que es útil y lo que no lo es. También para las personas independientes se hace significativo el abarcar el cuerpo, habla y mente cuando uno reconoce que el Buda no es un jefe sino un amigo que nos desea felicidad. él quiere que todos compartan la gozosa luz clara de la mente; la conocedora del pasado, el presente y el futuro. Entendiendo que todos son Budas que no lo han reconocido aún, y reconociendo el mundo externo como una tierra pura, todas las experiencias se vuelven una expresión de la más alta sabiduría simplemente porque puede suceder. ¿De qué otra manera puede actuar el Buda? él nunca enseña por dogmas o como superior sino que comparte su sabiduría con seres que él sabe son iguales en esencia.

Debido al buen karma de aquellos que lo rodeaban, el Buda enseñó por cuarenta y cinco años completos y murió con una sonrisa. él le enseñó a muchos estudiantes extraordinarios. Las preguntas que le hicieron estaban al nivel de Sócrates, Aristóteles y Platón. Las mejores mentes de una generación asombrosa lo vinieron a examinar con el rango completo de sus herramientas filosóficas y no sólo consiguieron palabras convincentes sino que el poder del Buda era tan hábil que los cambió de formas duraderas. Más allá de perfeccionar sus habilidades filosóficas, él influenció sus mentes en su totalidad. Introduciéndolos al experimentador atemporal detrás de las experiencias, no había lugar para las dudas.

Al nivel de cuerpo, habla y mente no es difícil entender lo que es útil evitar. Cuando las personas tienen problemas con la policía normalmente se debe a que han causado problemas con su cuerpo. Matando, robando o dañando a otros sexualmente son los puntos principales aquí. Cuando están solos con frecuencia dicen cosas que perturban a los demás. Normalmente mienten para herir a otros, esparcen rumores, separan amigos o confunden a las personas. Si alguien es infeliz desarrollará una tendencia a que le disgusten los demás, sentirá envidia o permitirá que lo arrastren estados de confusión.

Lo opuesto son las diez acciones positivas del cuerpo, habla y mente que sólo traen felicidad. Nos hacen poderosos y útiles a los demás. Aquí el Buda recomienda sólo utilizar nuestro cuerpo como una herramienta para proteger a los seres, darles amor y cualquier otra cosa que necesiten. Quien tenga éxito con otros en estos momentos, ha desarrollado ese potencial en vidas anteriores, de forma que mientras más rápido empiece, mejor.

Nuestra habla puede llegar a muchos más seres con los medios de comunicación de hoy día. Las palabras amables dichas anteriormente crean ahora experiencias agradables y fortalecen el buen karma. Si las personas escuchan, hablan con bondad y reciben información clara, entonces nuevamente, en esta vida verán el beneficio de decir la verdad siempre que sea posible, evitar decir mentiras para dañar a otros y mostrar a las personas el cómo funcionan las cosas en el mundo y traerles calma.

Finalmente, ¿qué hacer con nuestra mente? Buenos deseos, disfrute de lo bueno que otros hacen y un pensamiento claro es la manera. Estas cualidades nos dieron la felicidad mental que hoy en día disfrutamos y hacer un hábito de ellas nos asegura felicidad hasta la iluminación. La mente es la más importante de todas. Los pensamientos de hoy se vuelven nuestras palabras mañana y nuestras acciones de pasado mañana. Cada momento aquí y ahora es importante. Si uno observa la mente, nada puede detener nuestro progreso.

La tercera paramita: cómo no perder nuestra felicidad futura a través de la rabia.

Cuando uno está acumulando riqueza espiritual a través de la generosidad y direccionándola con un correcto entendimiento, la tercera cualidad que necesitamos en el camino es la paciencia; no perder la buena energía en el trabajo por otros y para uno mismo.

¿Cómo podemos perderla? A través de la rabia. La rabia es el único lujo que la mente no puede permitirse. Buenas impresiones acumuladas por vidas - el capital de la mente y la única fuente de felicidad duradera- puede quemarse al instante por arranques de ira. El Buda dijo que el evitar la rabia es la vestimenta más difícil y más hermosa que podemos vestir, y dio muchos medios para alcanzar la meta. Uno que es muy útil hoy en día es experimentar la situación como una serie de eventos separados a los cuales uno reacciona sin juzgarlos. Esta táctica salomónica es muy efectiva cuando se reacciona ante un peligro físico. También, otros métodos como el de sentir simpatía con aquel quien crea la mala experiencia, conociendo que retornará a ellos, y estando conscientes de la impermanencia y la naturaleza condicionada de cada experiencia e imaginando lo confundida que la persona debe estar para causar tales problemas, son acercamientos beneficiosos. Reaccionar a lo que sea que surja sin rabia liberará sabiduría atemporal del cuerpo, habla y mente y nuestras reacciones serán las correctas. En el nivel más elevado de la práctica llamado el Camino del Diamante, uno deja que las emociones indeseadas rueden sobre una superficie de mantras permitiendo que se vayan sin generar ningún mal hábito. Uno también puede dejar que el ladrón "entre a una casa vacía" estando consciente del sentimiento sin hacer nada fuera de lo común. Cuando ha visitado algunas veces sin recibir ninguna energía va a venir con menos frecuencia y se mantendrá alejado. Quienquiera que pueda estar consciente de cómo surge la rabia, juega alrededor y luego desaparece descubrirá el estado radiante de la mente que refleja todas las cosas claramente, como un espejo.

En cualquier caso, es sabio evitar la rabia lo mejor que uno pueda, y cuando muerda, dejar que se vaya rápidamente. La decisión de detener la rabia y removerla cuando sea que aparezca es el apoyo del voto interno del Bodhisattva. La fuerza es útil para proteger y enseñar pero el sentimiento de la rabia siempre es difícil y es la causa de la mayoría del sufrimiento en el mundo hoy en día. Cuando los protectores budistas remueven un daño, o Tilopa y Marpa puliendo a sus estudiantes en tiempo record, están dentro de esta categoría de acciones poderosas. Probablemente ningún maestro pueda sobrevivir sin tener que utilizarla.

Los centros de meditación necesitan esta visión para una política equilibrada de sus visitantes. Si las personas aparecen borrachas, drogadas, sucias o comportándose mal, uno debe hacer que se vayan rápidamente. Esto perturba a los demás y adicionalmente al día siguiente ellos no van a recordar lo que han aprendido. La función de un centro budista y especialmente del linaje Karma Kagyu es ofrecer un camino espiritual para aquellos que son críticos e independientes. Hay suficientes iglesias y lugares para personas que buscan ayuda. De todas formas, no todo el mundo reúne las condiciones necesarias para entrar en la práctica budista. Para practicar el Camino del Diamante uno necesita la base de por lo menos ser de buena conducta, capaz de no tomar las cosas como personales y pensar en otros.

La cuarta paramita: Energía gozosa que asegura nuestro crecimiento.

Seguidamente viene la energía gozosa. sin esta, la vida no se mantiene viva y uno se hará más viejo pero no más sabio. Es un punto donde uno debe estar consciente y mantener alimentando al cuerpo, habla y mente con las impresiones que abren el apetito por más gozo y futuras conquistas. Como muchos tienen una fuerte tendencia hacia la inercia y el status quo, uno debe asegurarse de mantenerse vivo de adentro hacia afuera, lo que de hecho sucede de la mejor manera a través de la visión pura del Camino del Diamante. Sabiendo que todos los seres son Budas a la espera de que se les muestre su riqueza y que todo lo existente es el libre juego del espacio iluminado: ¿qué puede ser más inspirador que hacer que todo eso se vuelva realidad?. Hay un inmenso gozo inherente en el crecimiento continuo, en el no permitir que nada se vuelva estático o antiguo. El verdadero desarrollo se encuentra más allá de la zona de comodidad y trae buenos dividendos el exigir poco de otros y mucho de uno mismo.

La quinta paramita: La meditación que hace la vida significativa.

Los cuatro puntos anteriores deben ser evidentes para todos. Quienquiera dar poder de vida y significado, tiene que invocar a los demás. Esto sucede de la mejor manera a través de la generosidad con el cuerpo, el habla y la mente. Uno necesita orientar la energía para que de este modo surjan pensamientos, palabras y acciones hábiles y después evitar la rabia que destruye todas las buenas semillas que uno hubiese podido sembrar. La energía, también da un impulso adicional que abre nuevas dimensiones.

Pero ¿por qué la meditación? Porque uno no puede por voluntad, mantener los estados que con gran disfrute alcanzamos en ciertos momentos.

Las emociones no deseadas con frecuencia se esconden en los rincones oscuros de las conciencias de los seres y pueden hacer que hagan, digan o experimenten cosas que hubiesen preferido haber evitado. Aquí, la meditación pacificadora de calmar y sostener la mente proporciona la distancia necesaria para elegir el tomar roles en las comedias de la vida y evitar sus tragedias.



La sexta paramita: Sabiduría - reconociendo la verdadera naturaleza de la mente.

Hasta ahora, las cinco acciones mencionadas han sido principalmente acciones bondadosas que llenan nuestra mente con buenas impresiones y por lo tanto producen felicidad condicionada. En sí mismas no van más allá de eso. Lo que las hace liberadoras o las paramitas, "haber ido más allá", es el sexto punto: la sabiduría iluminadora, que el Buda suministra. En su totalidad significa el entendimiento de los dieciséis niveles de vacuidad o el origen interdependiente de todos los fenómenos externos e internos que es el tema de muchos libros pesados. En breves y pocas palabras, puede ser expresado como el entendimiento de que hacer bien es natural. Debido a que el sujeto, el objeto y la acción son todos parte de una misma totalidad, ¿qué otra cosa puede uno hacer?. Se condicionan la una a la otra y comparten el mismo espacio, a la vez que ningún ego definitivo, un yo o esencia pueden ser encontrados ni dentro de ellos ni en ninguna otra parte. Este entendimiento hace que uno se dé cuenta el cómo todos los seres desean la felicidad y uno actuará para traerles beneficio a la larga.